Al reconocer nuestro cuerpo como fuente sonora, encontramos que como cualquier otro instrumento musical, posee un abanico de posibilidades tímbricas que le son propias y que pueden ser utilizadas para la composición y ejecución de ritmos, como también para la adaptación de sonidos de otros instrumentos de percusión y de sus técnicas de ejecución.
Este curso intensivo fue de cuatro encuentros de dos horas cada uno y entre las actividades que realizamos hubieron juegos rítmicos, juegos corporales, aprendizaje de técnicas de ejecución, armado de toques, improvisación y a lo largo de los encuentros fuimos tomando conciencia del rol de cada uno dentro del ensamble.
Cada semana fuimos haciendo apuntes de lo aprendido para darle más intensidad y continuidad al trabajo, aprovechando así el estímulo un poquito más.
Terminamos el curso compartiendo una muestra de todo lo que aprendimos, hicimos toques de Funky, Samba y Chacarera con improvisaciones y al final un juego entre todos, lo gozamos mucho y la verdad que la percu corporal nos ayudó a soltarnos y a descubrir un mundo nuevo de sonidos y ritmos con nuestro cuerpo.
Muchos de nosotros empezamos a incluir la percu corporal en las clases y en nuestros proyectos musicales.
Gracias Leo!
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